Descripción

Flora Tristan (1803-1844), filósofa, feminista, socialista y escritora, trabajó incansablemente en obras como Peregrinaciones de una paria (1837), Méphis (1838), Paseos por Londres (1840) o Unión obrera (1843) en que desgranó la inminencia de una revuelta social consustancial a las consecuencias de la revolución industrial y la aparición de un nuevo actor social: los obreros. Entendió a partir de sus experiencias personales y profesionales que la libertad de la humanidad dependía en gran medida de la igualdad de todos los seres humanos. Esa igualdad se alcanzaría mediante la unión de los y las obreras. Mesías para unos y Madame colère para otros, Tristan logró lo que muchos de sus contemporáneos deseaban: no dejar indiferente a nadie. «¡Es demasiado hermoso! —dirá la gente—. Es demasiado hermoso: o, es imposible.» «Lo que ha sucedido con los proletarios es un buen augurio para las mujeres cuando llegue su 1789.»

Flora Tristan nació en 1803. La repentina muerte de su padre en 1808 dejó a Flora Tristan y a su madre sumidas en la pobreza dado que ni el matrimonio ni el reconocimiento de Flora como hija legítima llegaron a producirse. Madre e hija se trasladaron a París. Cuando Flora Tristan tenía dieciséis años, entró a trabajar como colorista en el taller de litografía de André Chazal. Tan solo un año después se casaría con él. El matrimonio fue conflictivo prácticamente desde su inicio. Con su matrimonio roto, se embarcó destino Perú en 1833 a fin de solicitar a su tío la parte de la herencia que le correspondía. Este le denegó tanto la herencia como la paternidad así que se convirtió en una paria. Desde allí viajó a Londres para trabajar de criada en el seno de una familia burguesa. De esta experiencia partieron una serie de viajes Inglaterra de los que surgiría su libro Paseos por Londres (1840). En este trabajo se aprecia claramente su contacto con el chartismo y las obras de Owen y Mary Wollstonecraft. En torno al año 1843 Flora Tristan gozaba de una reputación ambivalente en París. Ese mismo año, gracias a aportaciones de suscriptores, la filósofa logró publicar Unión obrera, que alcanzaría las diez ediciones. La propia autora apuntaba en el texto que el libro no era suficiente para llegar a unos obreros agotados y a menudo analfabetos por lo que se adentró en una larga gira por Francia. Murió en Burdeos de fiebre tifoidea en 1844. Podemos afirmar con rotundidad que es la madre del marxismo y del feminismo moderno.