Descripción
Viajar fue una de las pasiones de Carmen de Burgos. Desde 1905 emprendió frecuentes recorridos por Europa y por algunos países de América, que no solo alimentaron su extensa labor narrativa, sino que dieron lugar a centenares de artículos en la prensa junto a una serie de magníficos libros de viajes. En la observación de los diferentes espacios se funden siempre la mirada reflexiva o la emotiva con un filtro estético, expresión de su amplia visión del mundo. En Peregrinaciones, Carmen de Burgos recoge la gran aventura que vivió en el verano de 1914. Su meta, esta vez, la llevaba hasta los países escandinavos, para alcanzar a ver, en el límite de Europa, el espectáculo del «sol de medianoche». Se trataba de un proyecto viajero muy ambicioso, cuyo recorrido se iniciaba en Suiza y había de acabar en Rusia de regreso de Cabo Norte, pero el estallido de la Gran Guerra trastornó ese regreso, de modo que se convirtió en dos viajes: uno recorrió el paraíso en el camino de ida, y el otro atravesó el infierno en el de vuelta. El gran valor de sus páginas se funda en el lúcido testimonio que nos ofrecen sobre la Europa de su tiempo.
Carmen de Burgos «Colombine» (Almería, 1867 – Madrid, 1932), es una de esas figuras cuya contribución a la modernidad, desafortunadamente, suele ignorar la memoria colectiva. Mujer poseída de un singular idealismo, dio testimonio de sus inquietudes y su radical inconformismo en las más distintas esferas de la vida pública. Fue muy popular como periodista y escritora, dedicándose por igual a la traducción, al ensayo y a la narrativa. Surcó grandes distancias para satisfacer su curiosidad viajera, al mismo tiempo que se relacionaba con los autores más relevantes de la época. Siempre abierta a la seducción del arte, se significó, sobre todo, como abanderada de la lucha a favor de los derechos de la mujer. Solo rompiendo los moldes anquilosados que lastraban la libertad femenina, sería posible que la sociedad se encauzara por la senda del progreso
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