Descripción
Ni Fuh ni Fah es el penúltimo libro que Julio Camba publicó en vida y una de sus obras más desconocidas. En sus páginas, el gran maestro del artículo nos regala divertidísimas anécdotas de su deambular por tierras extranjeras, fruto de esa manía suya de observar el ancho mundo, trufadas con lúcidas reflexiones que dejarían sin habla al más elocuente de los filósofos y que constituyen la prueba fehaciente de lo que él mismo solía predicar: «Los hombres no son ni buenos ni malos: son absurdos».
Esta obra, que nunca se ha reeditado desde que se publicara por vez primera en 1957, nos muestra a un periodista maduro, preciso y asombroso, un prodigio de serenidad y buen humor, de escepticismo y alegría de vivir, y supone todo un descubrimiento para los amantes de la prosa del gallego, además de una maravillosa —y sólida— puerta de entrada a la obra de quien fuera, en palabras de Ortega y Gasset: «el logos, la más pura y elegante inteligencia de España».
Julio Camba (España, 1884). Julio Camba nació en Vilanova de Arousa el 16 de diciembre de 1884. Siendo casi un niño se embarcó como polizón rumbo a Argentina, de donde fue expulsado por sus actividades revolucionarias, con las que continuó a su regreso a España. Colaboró en Tierra y Libertad en su etapa como diario y posteriormente fundó El Rebelde, notable periódico de ideas anarquistas en el que colaboró, entre muchos otros, Piotr Kropotkin.
Acosado por las autoridades y apretado por las dificultades propias de una empresa de este tipo, cerró El Rebelde, se fue alejando de su «aventura juvenil» y su firma empezó a dejarse ver en otros periódicos de la época como El País, España Nueva, El Mundo o El Sol, hasta llegar a ABC.
Recogió sus columnas y crónicas de viajes en libros como Alemania, Londres, Sobre casi nada, Sobre casi todo o La ciudad automática, volúmenes que fueron muy apreciados por los lectores de su época. De entre todos sus títulos destaca Mis páginas mejores, antología preparada por él mismo en los años cincuenta —y reeditada en Pepitas en 2012— que recoge lo mejor de su producción literaria. Muchas de sus páginas constituyen auténticas obras maestras por su ingenio y por su estilo.
Su particular alineación con el franquismo y el hecho de haberse dedicado a un género considerado menor —la columna periodística— hacen que Camba sea todavía un gran desconocido para muchos lectores.
En 1949 se instala en la habitación 383 del hotel Palace de Madrid hasta su muerte, el 28 de febrero de 1962.
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