Descripción
Cuadernos perdidos de Japón es la crónica de una viajera que atraviesa geografías interiores y exteriores para reconocerse y afirmar su voz, para indagar en la escritura como registro del pasado, en la fragilidad de las mujeres que viajan solas y en la memoria como lazo familiar. A medio camino entre el ensayo, el cuaderno de notas y el libro de viaje, Cuadernos perdidos de Japón recoge fragmentos de cuatro diarios íntimos que Patricia Almarcegui escribió en dos viajes a Japón distantes en el tiempo (2008 y 2018), y sus reflexiones de muchos años sobre la sociedad, la política, la cultura y el arte japoneses.
Cine, literatura, manga, pintura, arquitectura, pueblos, ciudades, baños, cuerpos políticos y sociales trazan un breve y sincopado itinerario de Japón. Una narración llena de imágenes intensas y extremas, hilvanada a partir de la pérdida: la de los cuadernos que la escritora extravió en el viaje, la de personas que ya no están, la de un país que fue y ya no es. Estos cuadernos son un intento de reproducir el tiempo del viaje y de la vida, desde la convicción de que las experiencias no finalizan cuando se escriben sino cuando se leen y escuchan.
Patricia Almarcegui (Zaragoza) es escritora y profesora de Literatura Comparada. Ha publicado numerosos ensayos y libros de viaje: Los libros de viaje: realidad vivida y género literario (2005), Ali Bey y los viajeros europeos a Oriente (2007), El sentido del viaje (2014, 2º premio de ensayo Fray Luis de León), Una viajera por Asia Central (2017), Conocer Irán (2018), Los mitos del viaje. Estética y cultura viajeras (2019). Y es autora de las novelas: El pintor y la viajera (2011, traducida al francés y al persa) y La memoria del cuerpo (2017).
Ha sido profesora invitada en The American University in Cairo y en la Sorbonne, París IV. Ha realizado estancias de investigación en el Instituto de Literatura Comparada y Sociología de la Universidad de Columbia, Nueva York. Su investigación se centra en la Estética Literaria y los Estudios Culturales.
Es colaboradora de Diario.es y de los suplementos culturales ABC, La Vanguardia y El País, y ha publicado artículos en Cuadernos hispanoamericanos, Revista de Occidente, Jot Down, Quimera, Altaïr Magazine…
9 CLAVES SOBRE CUADERNOS PERDIDOS DE JAPÓN
1. Patricia Almarcegui, la autora de Cuadernos perdidos de Japón, es una reconocida cronista y viajera que ha recorrido diversos países del Oriente cercano y el norte de África para finalmente alcanzar el extremo de Asia en dos viajes que han dado como resultado este libro, mezcla de diario, dietario, registro de lecturas, epistolario, todo con el ímpetu del descubrimiento y una mirada crítica precisa y reveladora.
2. Cuadernos perdidos de Japón es al mismo tiempo un recorrido por el espacio del mundo japonés, su cultura, su arte, su historia y su presente, pero también es un recorrido por los espacios íntimos de la viajera y de la escritora: una serie de hilos conductores tejen el entramado de este libro, desde los baños termales públicos, los museos y las montañas, las tribus urbanas, hasta los grabados de Hokusai o los cuartos de hotel; pero hay otros hilos que se tejen en lo íntimo, con notable sutileza y un peso importantísimo: la relación de la autora con su madre, la pérdida de la memoria y la conciencia de la enfermedad, y el caso de Marina Mengazzo y María José Coni, dos viajeras argentinas asesinadas en Ecuador.
3. Cuadernos perdidos de Japón es un libro que da cuenta del cambio: a lo largo de dos viajes, la autora recorre las diferencias en el paisaje, en la cultura, los estragos del tiempo y del consumo en una sociedad moderna que convive con una cultura milenaria. Pero también registra los cambios en su propia vida, las transformaciones personales, el viaje solitario y el viaje en compañía, el encuentro y el desencuentro, el Japón de antes y el de después, en fin, el cambio, paulatino o radical, como eje de nuestra experiencia del tiempo.
4. Este libro interesará tanto a aquellos viajeros que ya hayan recorrido algunos de los paisajes japoneses como a los que en algún momento se decidan a iniciar ese viaje. Y de la mano de Patricia Almarcegui descubrimos que el viaje puede ser iniciático, una revelación, y que se puede desdoblar, también, en el reconocimiento del regreso y la repetición. Guía cultural de los múltiples universos de Japón, estos cuadernos perdidos nos invitan a la caminata, al recuerdo, a la lectura y a la fascinación.
5. Si bien Cuadernos perdidos de Japón es un doble viaje, por los paisajes de la isla y por los paisajes íntimos de la autora, hay una tercera vía importantísima: el viaje literario, los libros y la literatura que acompaña a la viajera. Desde cartas de Mishima y Kawabata, versos de Basho o de los místicos monjes budistas que escriben haikus al borde de la muerte, hasta reflexiones de orientalistas, etnólogos y filósofos que abordan el mundo japonés desde el asombro, el análisis y la admiración, todos estos textos acompañan a la viajera como cartas de navegación que la ayudan a descifrar los códigos de un mundo por descubrir.
6. La tradición literaria japonesa y el uso de la lengua como lazo, como vehículo de comunicación o de creación artística, son elementos importantes en Cuadernos perdidos de Japón. La historia de las palabras, los nombres de las aves, la posición social para ejercer una u otra lengua, los temas que las diferentes literaturas abordan, todo esto forma parte del viaje, y nos presenta una panorámica riquísima de la historia cultural nipona.
7. El cine japonés es otro de los ejes de este libro. A través de la mención de algunas películas clásicas, pero también está presenta el anime o los films contemporáneos, la autora hace un repaso de las diferencias entre la sociedad japonesa del presente y la de décadas pasadas. La cultura como un documento para que el viaje se expanda y nos permita una experiencia más compleja, más intensa, que pueda permanecer en nosotros incluso después de regresar a casa.
8. Honda reflexión sobre el consumo, Cuadernos perdidos de Japón es un libro que aborda, también, los intensos lazos que el capitalismo y la tecnología desaforada, la sobrepoblación y la importancia de las escalas sociales, juegan en el mundo japonés. Desde la comercialización de los espacios vitales, de los paisajes y la espiritualidad, hasta la explotación de la sexualidad y las relaciones personales, la versión más descarnada de Japón le da nombre a cada una de las formas de consumo exacerbado. La mirada de Patricia Almarcegui nos lleva por esos entresijos, con delicadeza y humor, para mostrarnos los extremos de un mundo que, como dice la autora «recurre al sintoísmo para obtener ayuda en esta vida y al budismo para la perpetuación en la otra».
9. La naturaleza es uno de los grandes protagonistas de Cuadernos perdidos de Japón: los cerezos y los ciruelos en flor, las montañas, la lluvia y los tifones, las islas y la nieve, el mar y los campos de arroz, todo forma parte de este friso de la percepción que se desata en el viaje y que Patricia Almarcegui narra con precisión poética e histórica para que formen parte del entramado de experiencias del recorrido.
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