Por Tamara Crespo/ Urueña, 4 de enero 2019
Aquí está, la primera de 2019. Incorporamos a la colección #nosencantarecibirpostales una tarjeta transoceánica. Nos la envía nuestro amigo y colega fotoperiodista Fernando Sanz, desde la mítica ciudad de San Francisco. Aunque auguraba que llegaría «tarde», después de su regreso de América, lo cierto es que ha llegado pronto, en los albores del nuevo año. Además de que se acordó de nosotros, que es lo más bonito de recibir postales, nos cuenta que la postal que eligió es una muestra de «cartelería contemporánea de la época anterior a Silicon Valley». La referencia no puede ser más acertada para nuestro gusto, no hace mucho, el fotoperiodista Fidel Raso, la otra mitad del alma de Primera Página, señalaba en una entrevista a la pregunta de cómo veía el periodismo con ironía: «La Gran Redacción la tenemos en Silicon Valley. Otra, orbitando en el espacio exterior a 35.000 kilómetros. El resto, hacemos lo que podemos».
Pues eso, antes de Silicon Valley, San Francisco fue la cuna de grandes periódicos, tan míticos como lo es la ciudad en sí, arraigada en el imaginario colectivo como muchas otras de EEUU gracias a la industria cinematográfica. Allí nacieron, en el siglo XIX, el San Francisco Chronicle y The San Francisco Examiner, que en 1880 adquirió George Hearts para traspasarlo después a su hijo, el también celebérrimo por obra y gracia del cine William Randolph Hearst.
San Francisco tiene muchos otros alicientes para conocer, estamos deseando que Fernando nos cuente con pelos y señales sus andanzas por la ciudad del Golden Gate, el puente cuya silueta se recorta, junto a la del tranvía, en esta preciosa postal que representa una de las empinadas calles de la urbe, que tan buenas persecuciones han dado al cine.