Descripción
«Visité Roma con setenta años, lo cual no manifiesta ningún sentimiento de urgencia verdaderamente febril. Sin duda anidaba en mí desde hacía mucho tiempo la sospecha de que allí existía —en el mapa— un agresivo punto de interrogación que sería bueno hacer desaparecer por mí mismo, a la vez que el convencimiento de que era necesario dejar la mayor cantidad de espacio posible entre los recuerdos escolares y esta visita. Cuanto más tarde mejor. Nada me metía prisa. Nada, en este viaje de reconocimiento sin nada verdaderamente en juego, me urgió nunca. Y nada hay demasiado decantado cuando se aborda una ciudad en la que la luz transparente no puede hacer olvidar que hay en ella demasiado polvo en perpetua suspensión.»
Julien Gracq (Saint-Florent-le-Vieil, 1910 – Angers, 2007) alcanzó el siglo XXI como uno de los pocos autores vivos incluidos en La Pléiade, la mítica colección en la que Gallimard difunde las grandes obras literarias y filosóficas, escritas tanto por autores franceses como internacionales. Adscrito primero al surrealismo, Gracq divagó entre la novela, el teatro, la crítica o el libro de viajes sin rendir cuentas a modas literarias o ideológicas.
Descubrió en 1943 En los acantilados de mármol, obra significativa del filósofo Ernst Jünger, y le resultó una revelación. Publicó en 1950, en la revista Empédocle, un panfleto sobre la situación de la literatura y sobre los premios literarios. Al año siguiente, rechazó el Premio Goncourt concedido a su novela El mar de las Sirtes (1951) provocando un escándalo mediático. A partir de los años sesenta, Julien Gracq publicaría varios textos de crítica literaria donde se muestra su gran cultura y agudeza estilística. Autor de culto, Roma. En torno a las siete colinas se presenta por primera vez al autor en castellano.
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