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La realidad supera la ficción

“Belarús (Bielorrusia)… Para el mundo somos una ‘terra incognita’ -tierra ignorada-, aún por descubrir.’Rusia Blanca’, así suena más o menos el nombre de nuestro país en inglés. Todos conocen Chernóbil, pero en lo que atañe a Ucrania y Rusia. A los bielorrusos aún nos queda contar nuestra historia”. Con esta “Nota histórica”, sacada de un periódico bielorruso, Naródnaya gazeta, arranca Voces de Chernóbil, uno de los tres libros de Svetlana Alexievich editados en España y el tercero de nuestro Club de lectura. Antes de recibir el Premio Nobel de Literatura, en 2015, la autora era una completa desconocida para la mayoría, como tantos cronistas que, armados de su capacidad para “ponerse en el lado del otro”, pasan desapercibidos tras las historias que narran. Este galardón confirmó el hecho de que el periodismo puede tener mimbres de buena literatura, que las historias reales pueden estar contadas con la misma calidad y capacidad de atrapar al lector que la mejor de las historias de ficción. No es algo nuevo, pero sí lo es que esta forma de hacer periodismo reciba un Premio Nobel.
Tomamos prestado el titular de esta nota de un artículo escrito por Alfonso Armada tras la concesión, del Nobel de Literatura a Alexievich, que se convirtió en la primera periodista en obtener este reconocimiento, el más universal e importante de las letras, “un espaldarazo insospechado de la Academia sueca con la que sueñan todos los que practican el vicio de escribir”, decía su colega español, quien aseguraba que la realidad le había ganado la partida a la ficción, y que generaciones de grandes cronistas veían reconocido a través de este premio “su denodado esfuerzo por contar el mundo”.
A Svetlana Alexievich se le concedió el Nobel “por su polifónica escritura, un monumento al sufrimiento y el coraje en nuestro tiempo”. En el Club de Lectura Primera Página nos sumergimos este mes en la lectura de las voces que nos hace llegar desde esa ‘terra incognita’, una de tantas que lo sería aún más si no fuera por reporteros como ella.

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